Un hombre entra a una ferretería.
- Señor, ¿tiene clavos?
- No, no tengo.
- ¿Y pintura?
- La verdad es que tampoco tengo.
- ¿Y un serrucho?
- Mire señor, para serle franco no tenemos nada.
- Bueno, y entonces ¿por qué no cierra?
- ¡Porque no tengo candados!
- Señor, ¿tiene clavos?
- No, no tengo.
- ¿Y pintura?
- La verdad es que tampoco tengo.
- ¿Y un serrucho?
- Mire señor, para serle franco no tenemos nada.
- Bueno, y entonces ¿por qué no cierra?
- ¡Porque no tengo candados!